Seguro de daños patrimoniales que, por un lado, abarca toda la tipología de obras, desde las más sencillas obras de reforma, pasando por la construcción de viviendas unifamiliares, inmuebles de tamaño mediano o grande, edificios industriales o comerciales, hasta llegar a la obra pública de cualquier característica y envergadura.
Por otra parte, la amplitud y flexibilidad de sus coberturas permiten garantizar a los Asegurados la diversidad de circunstancias de que pueden ser objeto las obras a lo largo de todo su período de construcción e, incluso, tras la finalización de las mismas:
- Riesgos convencionales (incendio, explosión, robo, impacto, etc.).
- Riesgos de fuerza mayor o de la naturaleza.
- Riesgos técnicos inherentes a la ejecución de la obra.
- Los equipos y la maquinaria de construcción.
- Riesgos político-sociales.
- Los bienes o propiedades preexistentes.
- La responsabilidad civil.
- Los gastos adicionales por un siniestro.
- El período de mantenimiento.